Recordando a Teresa, nuestro último encuentro, su vitalidad, su energía.
Caminantes del agua que no dejan huella
somos para la tierra. Para el aire, semilla que vuela.
Somos hojas y pétalos que caen, sembradores de nostalgia.
Somos para el recuerdo la sonrisa del futuro.
Pero…
Somos de lo que no hay, Teresa.
Somos la bomba, nosotras, las madres,
las amantes, las hijas, las hermanas,
las amigas, el círculo perfecto,
la perfecta sabiduría,
la comprensión,
el desvelo.
Somos nosotras, Teresa,
las mujeres,
y a veces lloramos.
Como hoy.
Vuela alto, Teresa.