A veces un atardecer amarillo coincide con las luces recién encendidas de calles y comercios y se refleja en las ventanas de los áticos. La luna cuelga leve y sonriente y nos advierte: será otra noche de calor, queridos míos.
A veces un atardecer amarillo coincide con las luces recién encendidas de calles y comercios y se refleja en las ventanas de los áticos. La luna cuelga leve y sonriente y nos advierte: será otra noche de calor, queridos míos.