Se suele achacar

Se suele achacar a las personas que no consiguen éxito económico una cierta flojera de espíritu y/o de mente. Hoy, como en una epifanía, la siguiente verdad -relativa, como todas- ha iluminado mi entendimiento: los ricos necesitan ser más fuerte mentalmente que de espíritu, porque el espíritu resiste todo tipo de penurias mientras que la mente se asusta de cualquier anticipación oscura del futuro. Una mente asustadiza es el campo de cultivo ideal para las lecciones de economía: crecerá asegurándose de que no le falte el muelle confort de un futuro holgado y ese entrenamiento la fortalecerá hasta la vigorexia. El pequeño Tim se convertirá en el gran Tom.

Aunque a lo mejor no ha sido una epifanía. Puede que alguna conexión neuronal haya errado su camino al encender la luz del baño.

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